5:00 AM ,si bien es muy temprano , es el horario para ir al mercado para ver como negocian el tema del pescado. Las mujeres son las que negocian el precio de pescados y mariscos, y ademas cortan aves, carnes vaya a saber de que, muchas mujeres con los gorros caracterisiticos con frutas y verduras. Habia un olor a verde muy agradable, las ancianas me saludaban. Por suerte muy pocos turistas colgados como yo sacando fotos desde tan temprano. Me ofrecian desayunos, toda gente muy amable. En una esquina unos monjes con las tunicas buidstas cantaban algo inentendible ante un grupo de personas vestidas de blanco. Las imagenes eran muchas y las motos empezaban a aparecer, con lo cual volvi al hotel a buscar para desayunar. El Hotel muy agradable (www.cuadai-hotel.com) Muy buen desayuno con Huevos, bacon y cosillas vietnamitas. Volvimos directo al mercado, en el lugar donde antes estaban las señoras con los pescados, ahora se comercializaban gallinas, en algunos lugares en jaulas, en otros los estaban pelando, habia mucho mas puestos de carne, el olor ya era fuerte y habia superado al de las verduras. Ahora había movimiento de mercado , gente haciendo compras , turistas, etc. dimos vueltas y vueltas entre los distintos productos , entre gente y agachados a veces por los miles de toldos. Nos las pasamos comprando artesanías (platitos, cuencos, todo el Kit para sushi, etc) todo a precios ridículos y regateando a full. De pronto se largo una tormenta tremenda (En Buenos Aires nunca vi llover asi).En l mayoira de los puestos venden unas capitas de colores para la ocasión de colores llamativos, como no paraba nos pusimos las capitas y seguimos caminando por el mercado ya que las tareas en el mismo no se suspendían por lluvia.Los toldos al ser de arpillera se llenaban de agua y cuando el peso era mucho, el agua caia a chorros. La nota divertida fue que entramos a una tienda a preguntar un precio y nos fuimos, pero la lluvia era tal que tuvimos que ponernos bajo un techo de cemento de un galpón que había enfrente. La chica de la tienda a la cual habíamos entrado nos vio que estábamos ahí y cruzo con calculadora en mano a preguntarnos cuanto queríamos pagar por el articulo que habíamos preguntado , como a tormenta estab terrible y en el negocio habia cosas interesantes , termimamos comprando mas cosillas , hablando con las dos chicas que atendían q eran simpatiquisimas, regateamos a mas no poder y hasta aprendimos palabras en vienamita, Cintiau (hola) , camon (gracias) , tombi (adios), etc. Luego fuimos a uno de los lugares que hacen ropa a medida (caracterisitica de esta ciudad) a seguir adquiriendo, La lluvia no cesaba, esperamos un rato y apenas paro un toque la lluvia salimos del mercado para perdernos por las callecitas para luego volver al hotel ya que nuestros pies estaban empapados.
Por la tarde fuimos nuevamente al centro y a pasear por el rio que de noche estaba todo iluminado con las tipicas lamparas chinas y ademas había que probarse la prenda que habíamos comprado por la mañana. Seguimos con un par de compras mas y caminamos por la orilla del rio que tenia un puente todo iluminado y había formas de animales en el medio del agua tambien iluminado, las pequeñas callecitas con las lampara chinas le daban un toque de cuento de hadas.. Hora de cenar había muchos lugares , todos con sus toques caracteristicos. Enlos foros habia leido sobre el cafe des Amis que estaba justo frente al rio, elegimos ese porque los que estan cruzando el puente no nos gustaron. Que puedo contar del lugar, la comida deliciosa, habia solo 3 menues, una de carne, otra de vegetales y otra de Seafood. El dueño que estaba un poco “Alegre” y era muy simpatico, nos hablo en español y nos mostro un cuaderno donde todos dejan notas, que ahi habian comido argentinos. Los menues incluian comida a morir, no paraban de traer. Lo gracioso es que toda la familia de este señor estaba cocinando, algunas en pijama y de vez en cuando se gritaban. Este señor venia y nos contaba de que se trataba cada plato, hasta agarro un spring roll lo mojo en tres salsas y nos lo dio para que lo comamos. Otro detalle , la musica sonaba fuerte , canciones francesas de la epoca de las 70 , nos transportaba a la época de la guerra. Por lo que pudimos deducir por los cuadros y lo que decian las paredes, este hombre fue un chef en diferentes cadenas de hoteles franceses y vaya a saber como termino aca en Hoi An. Vino el postre que si era muy pequeño, Flan, pero con todo lo que habiamos comido a quien le importa. Pagamos, firmamos el cuaderno como corresponde y caminando al hotel , para un merecido sueño
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