13 de Abril - Ayer Tibet , Hoy Hong Kong

Ya un poco mas descansados de las corridas de ayer y haber dormido plácidamente a pesar de la diminuta habitación para hobbits, decidimos no perder un minuto en el hostel y salir a recorrer esta ciudad que mezcla modernidad, tradición, espiritualidad y consumismo. 
Desayuno rápido en Starbucks en un primer piso con vista al Times Square de HK. Era temprano y a diferencia de la noche anterior las calles estaban vacías. Metro hasta el Pier donde sale el ferry que nos llevaría hasta la Isla de Lantau. 
Aclaracion: Cada estación de metro tiene varias entradas y salidas ubicadas en el radio de 4 cuadras. Pero hay entradas y hay salidas , por lo tanto no puedes entrar por cualquiera y hay gente con pecheras amarillas ubicadas allí para que no puedas pasar e informarte donde es el ingreso. Al principio es medio frustrante ya que puedes caminar varias cuadras hasta que ubicas la entrada correcta.
Bajamos en el puerto donde habiamos llegado ayer pero  nos dimos cuenta que ahí solo iban y venían los ferry de Macau o China, el que iba a Lantau salia del Pier nro 6 a 3 cuadras, Por suerte llegamos al que salia 10:30
Hong Kong se divide en tres áreas: la isla de Hong Kong; la península de Kowloon, unida al continente; y los Nuevos Territorios, que comprenden 262 islas entre ellas , a la que vamos nosotros,  Lantau.
Un vez que zarpa recomendamos sentarse en la parte de atrás del ferry en los asientos que miran hacia el lado contrario a donde se dirige el mismo ya que se puede apreciar la bahía en todo su esplendor, los edificios, las grandes publicidades, los barcos y las montañas por detrás. 
El viaje hasta la isla de Lantau duro unos 60 minutos. Una vez en el muelle se puede tomar un taxi o el Bus Nro 2, obviamente nosotros optamos por el bus ya que el costo es de u$s 2 contra 30 u$s. 
En 30 minutos y por una carretera de montaña entre árboles y mucha vegetación llegamos al Monasterio Budista de Po Lin . Este monasterio situado en la cima del Ngong Ping al cual también se puede acceder a bordo de un teleférico totalmente transparente y con unas vistas impresionantes
Ya en la entrada con levantar la vista se puede observar el increíble Buda Gigante Tian Tian, lamentablemente había muchas nubes y solo podíamos ver la silueta de la colosal estatua que daba un aspecto de peli de terror. Caminamos hasta llegar al pie de la larga escalinata  (200 escalones) que conduce hasta el Buda y ahí si ya pudimos observar un poco mejor esta estatua de bronce orientada hacia el norte que alcanza los 26,4 metros por encima de un trono en forma de flor de loto y que suma 34 metros de altura si se incluye su base. El Gran Buda se encuentra sentado en la misma posición que el Buda Sakyamuni cuando alcanzó la iluminación bajo el famoso árbol bodhi. Hay que decir que no todo es espiritualidad en el lugar, ya que además de libros gratuitos para llevar una vida feliz y ser una buena persona, también hay tiendas de souvenir, kioscos y hasta un Starbucks.
Subimos intentando sacar una foto limpia entre tanta gente y nubes. Si bien no cobraban entrada, trataban de venderte una meal entrance, que consistía en un almuerzo dentro del Budha, jajaajajaja. Vueltas, vueltas, las nubes no se iban, así que bajamos los escalones y fuimos al monasterio. No teníamos muchas expectativas pero estaba bastante bien, muchas flores, estatuas muy bien conservadas, lastima el patio de comidas vegetariano que estaba al lado. Sin mas, cuando nos estábamos yendo, descubrimos una especie de callecita tipo village, muy turística, con puestos de souvenires, starbucks, subway, Budha en 3d  y un puesto para saltar con un palo con resortes. En un cartel descubrimos que el bus 21 nos llevaba a la aldea de Tai O, así que fuimos a por el. Llegamos en 20 minutos y nos encontramos con este pueblo donde la comunidad Tanka construyó sus casas sobre pilotes. Viven allí desde hace varias generaciones. Tiene un colorido mercado al aire libre que ofrece peces y mariscos vivos pescados disecados. Es muy agradable pero muy turística, Lo mejor fue que nos clavamos unas ostras grilladas con queso y unas vieyras a la plancha que estaban espectaculares
Fin de la recorrida y nos fuimos a tomar el colectivo 1 para volver al Pier. Justo al llegar estaba por salir el ferry que esta vez nos salio el doble ya que iba mas rápido. Y era así nomás, en 20 min llego a la isla de HK. Bajamos y al toque nos subimos  al Star ferry que en 5 minutos te cruza a la la isla de Kowloon que vendría a ser la “Vereda de enfrente”. Antes de adentrarnos en el caos de gente, damos un paseo por la costanera que nos ofrece otra perspectiva del puerto a través de la avenida de las estrellas. La misma nos permite disfrutar de las vistas que ofrece la curva que forma la bahía y que ofrece paisajes totalmente distintos de día que de noche (los edificios iluminados con neon cambian el paisaje notablemente) Además mientras vas caminando van apareciendo bajo nuestros pies los nombres de artistas chinos. Si bien Jackie Chan es una las figuras mas conocidas, la estrella mas fotografiada es Bruce Lee que tiene también una estatua practicando artes marciales. Este lugar es también el mejor punto para observar la Sinfonía de la Luces que tiene lugar todas las noches (20 hs ) en la que participan mas de 50 edificios en los cuales se dibujan figuras en varios colores y rayos láser cruzan el cielo
Ahora si a meternos por las calles de Kowloon, cae la la tarde y los negocios de electrónica alineados en Nathan Road se multiplican, aca también como en los mercados callejeros se regatea, desde joyas hasta cámaras de fotos. Todos hablan ingles o cantones. Gente por todos lados, vendedores de las tiendas de trajes reparten tarjetas en la calle para tentar a los clientes, caminando por la calle Nathan, aparece el gran parque Kowloon donde con una sincronización increíble más de 40 personas mueven sus brazos y piernas con el  tai chi chuan.
Seguimos entre la multitud sin dejar de ver carteles en chino y gente que pasa apurada con barbijos o comiendo con palillos mientras caminan y otros que seguirán ofreciéndonos kimonos, vestidos de seda, relojes que con suerte funcionaran dos días seguidos, ropa interior, carteras, mariscos disecados y leche en polvo como si fuera oro enlatado. Caminando y caminando recorrimos el Stanley Market , totalmente para turistas que compran remeras y relojes de Mao y Bruce Lee, pulseras con inscripciones chinas de la buena fortuna.
Ahora si a cenar Dim Sum , plato típico de HK, cocinados al vapor y servidos en canastas de bambú desmontables, Se pequeños bollos de pasta, rellenos con carne, camarones, hongos, pescados, verduras o pollo, que se sirven tanto en el desayuno como en la cena. Obviamente se comen con los clásicos palitos. A toda hora, la comida es acompañada con té y también se consume sopa de aleta de tiburón y nidos de golondrina, así como noodles. No olvidemos que aquí también el plato predilecto es el famoso pato laqueado, que se sirve en trozos.
Encontramos un lugar chiquito que nos recomendó un amigo, había gente esperando en la puerta, Por suerte mucha de la gente que estaba esperando era para take away y en 20 minutos estábamos sentados. Pedimos como 5 platos sin saber muy bien que eran, uno nos gusto porque era amarillo y lo estaban comiendo las chicas de la mesa de al lado, así que les preguntamos de que se trataba. El método para pedir es, en un papelito con aprox 50 platos, hay que marcar los platos que uno quiere, el camarero lo retira  y al rato te va  trayendo las canastitas . Lo único que te daban para tomar era te, si querías otra cosa deberías traértelo tu de afuera. Una señora que estaba comiendo sola al lado nuestro, nos contó como se llamaban las bolitas de sésamo que estábamos degustando y ahi arranco una charla en ingles, pero cuando vio que le conteste en chino, se puso contenta y hasta le contó a los camareros. Tenia 77 años , era de Hong Kong y su nombre era Joyce.  Mientras cenábamos, charlamos con ella y hasta nos indico que Bus había que tomar para ir hasta Causeway Bay ya que no queríamos ir en metro. Después de la cena y saludar a Joyce, tomamos el  112 y viajamos en el 2do piso delante de todo. Es increíble como no chocan!!!. Llegamos rapidísimo, incluso antes que el metro. Bajamos En Victoria park, a 2 cuadras del hostel, nos comimos un haguen dass en un Shopping, caminamos un rato entre la gente de la zona y después a dormir al la habitación para Hobitts